
En actualidad, la gran pregunta es ¿cómo será la nueva normalidad? Todo el mundo sabe que la pandemia de COVID-19 no va a pasar desapercibida. Nos aguarda su impacto a nivel económico y social. Encima, la comunidad médica advierte de la probabilidad de la segunda oleada de virus. Todo esto son acontecimientos a gran escala. Sin embargo, no hay que olvidar que también puede haber impacto de coronavirus en la salud, un problema a nivel más personal. Entonces, ¿debe uno preocuparse del posible impacto tras haber superado la enfermedad?
¿Hay un consensus sobre el impacto de coronavirus en la salud?
Los médicos están alarmados por los casos que se han dado. Pero el impacto de coronavirus en la salud justo se empieza a conocer ahora y, por el momento, se manifiesta en un porcentaje determinado en los distintos grupos de pacientes. Es más grave cuanta mayor sea la edad del paciente: en los encamados en UCI se produce neuropatía, con debilidad muscular, que poco a poco se recupera con fisioterapia luego.
¿Puedo conducir tras haber superado la enfermedad?
Sí, cuando un paciente es alta por COVID-19 puede conducir, salvo algún caso contado donde pueda haber algún tipo de secuela restrictiva de la aptitud psicofísica, donde sería recomendable acudir al gabinete psicotécnico de conductores.
No suele producirse afectación sensorial; en ese sentido los conductores no se verán afectados. Pero la probabilidad de cardiopatía, que es una de las principales secuelas, se multiplica por cuatro. Los que ya la padezcan sí pueden verse afectados a la hora de su renovación, si su situación basal previa se deteriora. Lo mismo puede pasar con enfermos respiratorios crónicos, dada la incidencia de fibrosis pulmonar secundaria a COVID-19, aunque la probabilidad de no poder renovar por ese motivo es menos relevante que en los cardiópatas.
