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MUTUALIDAD DE FÚTBOL
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MEDICINA GENERAL
Nuestros médicos de familia le proporcionarán una atención de calidad e integral, tramitando todos los aspectos de su salud y sus necesidades.
ODONTOLOGÍA
Una confianza renovada en su sonrisa puede afectar en su conducta y la manera en que otros le perciben personal y profesionalmente.
TRAUMATOLOGÍA
Nuestros especialistas están totalmente preparados para desarrollar e implementar las técnicas más vanguardistas de diagnosis y tratamiento de los trastornos en huesos y articulaciones.
PSICOLOGÍA
Nuestras terapias se basan en las técnicas más eficaces para solucionar cualquier problema en el campo psicológico, emocional y de conducta.
FISIOTERAPIA
Nuestra meta es ofrecer a nuestros pacientes soluciones y tratamientos de calidad, asequibles y personalizados, de manera honesta, ética y eficaz.
ENFERMERÍA
El personal de enfermería de Clínica la Siesta juega un papel crucial en el cuidado y atención de los pacientes.
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ENTRADAS RECIENTES
CLIMATERIO Y MENOPAUSIA
Si en un buscador introdujéramos las palabras climaterio femenino, actividad física y fisioterapia obtendríamos más de 30.000 entradas al momento. Esto significa que hay mucho escrito al respecto, y no sin razón, pues se trata de tres asuntos muy interrelacionados e importantes. El climaterio femenino es el periodo de transición en la vida de la mujer entre la etapa reproductiva y la no reproductiva que se inicia aproximadamente 5 años antes de la menopausia (última menstruación) y dura unos 10 años. Sobre los estrógenos Durante el climaterio femenino, el estrógeno, la hormona sexual femenina producida en el ovario, disminuye drásticamente, a la vez que aquél deja de producir óvulos. La disminución de los estrógenos produce una desregulación del ciclo menstrual, con anovulación (falta de ovulación e infertilidad) y amenorrea (falta de regla). Los estrógenos intervienen en múltiples funciones del cuerpo femenino, no sólo en la fertilidad: intervienen en el sistema cardiovascular, en el sistema óseo y muscular, en el trofismo del aparato genital, que se traduce en una disminución del tono muscular que comporta prolapsos, incontinencia urinaria, problemas de lubricación, sensibilidad, y dolor. Además, los estrógenos desempeñan un papel importante en el control del sistema metabólico, en la distribución de la grasa corporal, e interfieren en el estado de ánimo (trastornos por ansiedad y depresión) y en la conducta de la mujer. Por tanto, el climaterio no es una etapa fácil en la vida de una mujer. Pero como no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo aguante), el climaterio femenino termina por acabar, y lo que debemos hacer es intentar vivirlo con la mejor actitud posible, prescindiendo de las muchas ideas preconcebidas y estereotipos al respecto (que son muchos y muy nocivos). Los riesgos del climaterio femenino son varios: los niveles de estrógeno disminuyendo en el cuerpo, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, osteoporosis y otros problemas de salud. En este sentido el ejercicio físico puede ayudar a prevenir o reducir estos riesgos al fortalecer huesos y músculos, mejorar la salud cardiovascular, para el control de enfermedades crónicas intercurrentes como el cáncer y la diabetes y ayudando mantener un peso, una forma física y un estado de ánimo más saludables. Sobre el ejercicio Realizar o incrementar el ejercicio físico durante la menopausia femenina puede ser beneficioso para la salud general y, además, puede ayudar a aliviar algunos síntomas comunes de la menopausia, como sofocos, sudores nocturnos, cambios de humor y depresión, y mejorar el sueño y la calidad de vida en general. Es importante hablar con un profesional de la salud antes de empezar un programa de ejercicio durante la menopausia, especialmente si se tiene alguna condición médica preexistente. El profesional de la salud puede ayudar a diseñar un plan de ejercicio seguro y efectivo que se adapte a las necesidades y capacidades individuales. Los ejercicios de fuerza, practicados de forma habitual, son unos buenos reguladores hormonales y metabólicos, por tanto, será la mejor medicina para contrastar y regular muchos de los efectos secundarios de esta etapa y para tener un mejor estado de salud en general. Aquí tiene otras cuantas recomendaciones al respecto. – Hacer deporte 2-3 días por semana, incluyendo fuerza en el ejercicio.– Tener una alimentación equilibrada (fruta, verdura, carne, pescado y huevos) evitando los productos procesados y tomar el sol. – Eliminar los hábitos tóxicos como fumar, beber café y bebidas azucaradas…– Trabajar el suelo pélvico. Muy importante consultar antes con un fisioterapeuta especialista para averiguar el estado de su fondo pélvico y seguir una rutina de ejercicios adaptada a su estado concreto. Es muy fácil hacerse daño realizando los ejercicios mal o utilizando dispositivos comercializados para el ejercicio de fondo pélvico. – Cuidarse emocionalmente, viviendo el proceso de una manera positiva. De esta manera se podrá hacer frente a los temidos sofocos, sudores nocturnos y trastornos del sueño, a la osteoporosis, a la incontinencia urinaria, al sobrepeso y la obesidad localizada de causa metabólica, a los cambios psicológicos como la irritabilidad, el estrés, la depresión secundaria. El profesional médico puede ser de gran ayuda en esta etapa de la vida mediante la consulta, el control, la vigilancia, la suplementación y la intervención. Por su parte el fisioterapeuta puede ayudar tanto en las patologías concretas que sean subsidiarias de intervención como en la planificación y supervisión del plan personalizado de mantenimiento.
SALUD MENTAL
La salud física y mental están estrechamente relacionadas, ya que una mente sana contribuye significativamente a un cuerpo sano. Mantener una buena salud mental implica cuidar nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. A medida que nos hacemos mayores también resulta de vital importancia ejercitar tanto nuestro físico como nuestra mente a diario pero de una forma acorde a nuestras circunstancias personales. Cualquier exceso puede resultar totalmente contraproducente.Prácticas como la meditación, el ejercicio regular, una dieta equilibrada y un descanso adecuado son algunas formas de promover la salud mental. Cuando nuestra mente está en equilibrio, podemos afrontar mejor el estrés, tomar decisiones más informadas y mantener relaciones saludables. Además, una mente sana puede ayudar a prevenir enfermedades físicas, como el estrés crónico. La ansiedad puede tener un impacto negativo en nuestro cuerpo, por ello es fundamental dedicar tiempo y esfuerzo a cuidar nuestra salud mental, ya que esto no sólo beneficia a nuestra mente sino también a nuestro cuerpo, recuerda que la salud es un estado de bienestar integral. ¡Eso abarca tanto la mente como el cuerpo! Espero que este artículo te ayude a comprender la importancia de mantener una mente sana para preservar el bienestar físico. En Clinica la Siesta queremos estar siempre a tu lado y aconsejarte para mantener nuestro cuerpo y nuestra mente en las mejores condiciones.
Fototipo
¿Qué es? La luz solar afecta a todo el mundo de una manera distinta. La capacidad de la piel de absorber la luz ultravioleta determina tu fototipo. Conocerlo podría resultar muy útil, no sólo para saber cómo tienes que tomar el sol, sino también para poder prevenir muchas enfermedades. Thomas Bernard Fitzpatrick, un dermatólogo estadounidense que desarrolló la escala de tipos de piel en 1975, destaca 6 fototipos (de I a VI) que varían según sus características, por ejemplo el color y la sensibilidad a la luz ultravioleta. Fototipo I – Piel: muy clara, a menudo con muchas pecas y lunares; – Cabello: rubio o pelirrojo;– Ojos: muy claros, de color verde o azul;– Sensibilidad a la luz solar: muy alta. A las personas de fototipo I se les recomienda no tomar el sol en absoluto y usar siempre el protector solar de SPF50. Fototipo II – Piel: clara, a veces con pecas y lunares; – Cabello: rubio o castaño;– Ojos: claros, de color gris, azul o verde;– Sensibilidad a la luz solar: alta. A las personas de fototipo II se les recomienda tomar el sol el menor tiempo posible y aplicando siempre el protector solar de SPF50. Fototipo III – Piel: clara intermedia, raramente con pecas y con algunos lunares; – Cabello: rubio o castaño;– Ojos de color gris o marrón;– Sensibilidad a la luz solar: media. Las personas de fototipo III tienen capacidad de bronceado, pero la piel se puede quemar fácilmente. Se les recomienda usar el protector solar de SPF30. Fototipo IV – Piel: morena u oliva, con algunos lunares;– Cabello: de colores oscuros;– Ojos marrones;– Sensibilidad a la luz solar: por debajo de la media. Las personas de fototipo IV raras veces se queman tomando el sol. Se les recomienda usar el protector de SPF20 o SPF30. Fototipo V – Piel: oscura; – Cabello: negro;– Ojos: marrón oscuro;– Sensibilidad a la luz solar: baja. Las personas de fototipo V difícilmente se pueden quemar. Se les recomienda usar el protector solar de SPF20. Fototipo VI – Piel: muy oscura; – Cabello: negro;– Ojos negros;– Sensibilidad a la luz solar: muy baja. Las personas de fototipo VI nunca se queman al sol. Se les recomienda usar el protector de SPF10. Fototipos y la luz ultravioleta Conociendo tu tipo de piel, puedes entender cuál es la manera más segura de tomar el sol. Para los fototipos I y II, la luz solar es especialmente peligrosa. Las personas con este tipo de piel asumen mayores riesgos a la hora de tomar el sol. Las personas con el fototipo I, con pecas y lunares, no deberían tomar el sol en absoluto y tienen que usar el protector de SPF50 de forma regular. Por otro lado, las personas con el tono de piel más oscuro no se queman tan fácilmente, pero esto les puede dar una falsa sensación de seguridad. Todo el mundo debería usar la protección solar en determinadas situaciones y tomar ciertas precauciones a la hora de estar al sol. Existe una gran cantidad de fototipos, ya que no todo el mundo puede verse reflejado al 100% en las características descritas. La mayoría de las personas tendrán una mezcla de características de varios fototipos. Para poder determinar su fototipo exacto, lo recomendable sería acudir a su dermatólogo para que este le examine pormenorizadamente y le aconseje conforme a las características concretas de su fototipo. Sin embargo, es suficiente conocer tu fototipo aproximado para poder adoptar las medidas de seguridad adecuadas. Examina el tono de tu piel a la luz del día en las áreas del cuerpo no bronceadas. Fíjate en el color de las venas en los brazos: si parecen algo verdosas, entonces tienes el tono de piel más cálido y oscuro; si parecen azules, es probable que tu fototipo sea I o II.