El melanoma es un tipo de cáncer que puede extenderse a otros órganos del cuerpo.

La señal más común de melanoma es la aparición de lunares o cambios en los existentes. Esto puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo pero especialmente en la espalda, piernas, brazos y cara. En la mayoría de los casos los melanomas tienen una forma irregular y más de un color, también suelen ser más grandes que los lunares normales y a veces pican y sangran.

Síntomas del melanoma

Un cambio de la apariencia de la piel es el primer signo del melanoma. Los lunares suelen ser redondos u ovalados de bordes uniformes y no mayores de 6mm de diámetro.

Consulta con tu médico de cabecera inmediatamente si notas cambios en los lunares, pecas o piel en general, especialmente si:

  • Han crecido

  • Han cambiado la apariencia

  • Han cambiado de color

  • Sangran o se forman costras.

  • Pican o duelen

Una manera sencilla para diferencia entre un lunar norma y un melanoma es el “abcde del melanoma” donde:

A representa Asimetría; una mitad es diferente de la otra mitad

B representa el Borde; borde irregular, ondulado o mal definido

C representa el Color; variación de una zona a otra; diferentes tonos de marrón y negro; a veces blanco, rojo o azul

D representa el Diámetro; a pesar que el melanoma es generalmente más grande de 6mm (el tamaño de un borrador de lápiz) cuando se diagnostica, puede ser más pequeño

E representa Evolución; un lunar o lesión de la piel que se ve diferente del resto o que está cambiando en tamaño, forma o color.

Causas del melanoma

Luz del sol. La mayoría de los cánceres cutáneos están ocasionados por la luz ultravioleta (UVA) que es perjudicial para el ADN de las células cutáneas.

Fuentes artificiales de luz, como las lámparas y camas solares incrementan el riesgo de desarrollar cáncer cutáneo.

Quemaduras reiterativas, provocadas por el sol o por fuentes artificiales incrementan el riesgo de melanomas a cualquier edad.

Lunares, si tienes lunares especialmente de un diámetro superior a las 5mm, o que no son uniformes, el riesgo de padecer melanoma se incrementa un 60%, por ello es muy importante controlarlos y supervisarlos y evitar la exposición al sol.

Historial familiar. Las investigaciones sugieren que si tienes dos o más familiares cercanos que hayan padecido un cáncer cutáneo no melanoma.

Riesgo elevado. Se considera que hay mayor posibilidad de padecer cualquier tipo de cáncer de piel si:

  • La piel es pálida y no se broncea con facilidad.

  • Se es pelirrojo o rubio.

  • Se tiene ojos azules

  • Al hacernos mayores.

  • Tener muchas pecas

  • Una zona de la piel ha sufrido daños previos por quemaduras o tratamientos de radioterapia.

  • El uso de inmunosupresores.

  • La exposición a determinados productos químicos como la creosota y el arsénico.

  • Diagnósticos previos de cáncer.

Diagnostico de melanoma.

El diagnóstico del melanoma empezará con un examen de la piel, el doctor de cabecera derivará al especialista (dermatólogo o cirujano plástico) si sospecha que el paciente pueda padecer un melanoma.

El dermatólog o el cirujano plástico volverán a revisar la piel, puede ser que también extirpen el lunar y este sea enviado a un laboratorio para determinar si es cancerígeno (biopsia). Esta biopsia suele llevarse a cabo bajo anestesia local, lo que significa que el lunar y la zona a su alrededor estarán insensibilizados y no causará ninguna molestia su extirpación.

Si se confirmara el diagnostico de cáncer es posible que futuras intervenciones sean necesarias para extirpar un área mayor de piel.

Pruebas posteriores.

Si se sospecha que el cáncer se ha podido propagar a otros órganos, huesos o al torrente sanguíneo se llevarán a cabo otras pruebas:

Biopsia del ganglio centinela. El cirujano sopesará los pros y contras de biopsiar el ganglio centinela. La biopsia de los ganglios linfáticos centinela no curan el melanoma pero se utiliza para investigar el pronóstico de la enfermedad.

TAC, tomografía axial computerizada.

RNM, resonancia nuclear magnética

PET scan, tomografía por emisión de positrones.

Análisis de sangre.

Tratamiento

La operación es el tratamiento principal para el melanoma, aunque depende de cada circunstancia individual.

Los pacientes de melanoma deberán ser tratados por un equipo multidisciplinar de especialistas que incluyen dermatólogos, cirujanos plásticos, oncólogo, radiólogo, especialistas en quimioterapia, patólogos y enfermeras especializadas. Este equipo valorará:

  • El tipo de cáncer que se padece

  • La fase del cáncer.(tamaño y cuanto ha avanzado)

  • Salud en general.

El equipo explicará cual es la mejor opción. Pero antes de reunirse con ellos puede ser muy útil elaborar una lista con las dudas y preguntas que se presenten.