En Primavera mucha gente convierte las chanclas en su calzado diario. A pesar de que este calzado ligero, plano y de goma es barato y cómodo, pueden ser perjudiciales para tus piernas y pies. Cuando hace calor, se produce un incremento de tendinitis, fracturas por sobrecarga y otras lesiones. Este incremento se debe, en parte, al uso de calzado veraniego.

Chanclas y sandalias deben ser usadas con moderación. Se recomienda su uso en piscinas, en la playa, habitaciones de hotel, vestuarios y otras zonas para proteger los pies de posibles infecciones y hongos, de cualquier forma, cuando se ande distancias largas, se practique deporte o se realicen otras actividades al aire libre como cortar el césped, podar maleza deberá usarse calzado resistente.

Dependemos de nuestros pies para movernos a donde necesitemos y con unas expectativas tan altas no es sorprendente que una de cada cuatro personas sufran molestias durante su vida. Mientras que algunos problemas son hereditarios, otros son accidentales y ocurren porque hemos hecho algo inusual como estrenar calzado, usar tacones altos, realizar una activada excesiva o exponer nuestros pies a infecciones u otros peligros. Si usas calzado con poca o ninguna plantilla (como las chanclas), puedes sufrir dolores en los tendones y/o músculos, caderas, tobillos, rodillas, espalda…no solo en los pies.

Es necesario e importante revisar tus pies regularmente y observar cualquier molestia de las extremidades inferiores, presta atención al color y temperatura de tus pies, fíjate en las uñas, su espesor o decoloración y ten en cuenta grietas o cortes en la piel. Descamaciones o raspados en las plantas de las pies son un indicativo de sufrir pie de atleta, pero aún más importante tomar nota de cualquier crecimiento de la piel que puede ser un primer signo precoz de un problema significante. Si eres diabético, es vital visitar a tu podólogo al menos una vez al año para revisiones.

Al igual que con otros problemas médicos, la detección precoz de los problemas de los pies es importante. Cuando estos se diagnostican tempranamente el paciente puede disponer de una mayor variedad de tratamientos. Si el dolor afecta tus actividades diarias o si sufres de gota, juanetes, callos y durezas, verrugas plantares, fascitis plantar, pies planos, dedos de martillo o infecciones por hongos, estamos aquí para ayudarte.